Desde la amanecida del día de ayer estamos impresionados, tristes e indignados por el fallecimiento de un joven en nuestra ciudad. Se trataba de un antiguo alumno de un centro de secundaria que ha sido víctima de esta gran sociedad que juzga sin cuidado, de este entorno social en el que vivimos en el que lo que es diferente no es aceptado. Este chico ha sido invadido por el miedo y no ha soportado la presión de demostrar, una vez más, que cada cual tiene su verdad y que también su verdad era cierta. Hoy nos paramos a recapacitar todos juntos. En este momento, todos los centros educativos de Alcalá de Guadaira tienen su mirada puesta hacia este joven desaparecido con la intención de hacerle un sencillo homenaje.
Reflexionemos un poco. Vivimos en una sociedad con un alto grado de diversidad. Como tal, es fundamental entender que todas las personas somos individuos diferentes ya sea en cuanto a capacidades, a gustos, a género, a aspecto físico, etc., Si fuésemos capaces de ver esta diversidad y de ni siquiera detenernos a valorarla, habríamos crecido como grupo. Somos la juventud de nuestra ciudad y no podemos mirar a otro lado. No podemos permitir que en la calle, entre los amigos, en los hogares, en las escuelas,… haya violencia, acoso o que se pierdan esos valores que marcan la diferencia. La diferencia es nuestra riqueza, no lo olvidemos. Decía Paul Sartre, “Nadie es como otro. Ni mejor ni peor. Es otro.” ¿Y si dejamos de mirar la vida como una carrera de obstáculos o como una escalada y empezamos de una vez por todas a mirar a los ojos a los que tenemos a nuestro lado? ¿Y si apostamos por la valentía del que dice ser diferente? ¿Y si nos detenemos a pensar que la persona que vive sin esconderse, sin sentirse intimidado por el silencio, está mostrando su fortaleza y no sus miedos? ¿Y si de una vez por todas, aceptamos?
Decían ayer algunos compañeros vuestros:
– Nuestra mayor revolución es contar nuestra historia.
– Vamos a escuchar y a aceptar a nuestros compañeros con sus virtudes y sus defectos.
– No hagamos lo que no queremos hacer aunque los demás piensen lo contrario. – Brilla por ti solo, no hace falta que apagues a nadie para hacerlo. …
Y así es. Aquí nos manifestamos hoy para hacer un homenaje a este joven que ayer tomó la decisión más difícil de su vida. Lo hacemos con el respeto. Le enviamos toda la fortaleza posible a su familia y nos sumamos a su dolor.
Descanse en paz.